Este prisionero de guerra era un dictador sanguinario con su pueblo y responsable de atentados como el del vuelo 103 de Pan Am en 1988 cuando sobrevolaba Lockerbie y en el que murieron 259 personas abordo y otras 11 en tierra, o el del vuelo 772 de UTA en 1989 donde murieron 170 personas.
La muerte de Gadafi nos tiene que hacer reflexionar sobre varias cosas. La primera que la "comunidad internacional", es decir, las grandes potencias no tienen ningún reparo en perseguir y atacar a los que consideran terroristas internacionales (recuérdese los intentos de derrocación a Gadafi por parte de EEUU, incluido bombardeos en territorio libio), para después "rehabilitarlo" internacionalmente por intereses económicos (gas y petróleo principalmente), "es un hijoputa, pero es nuestro hijoputa", es una expresión que se suele utilizar en estos casos; y, posteriormente, volverlo a poner como el sanguinario que es cuando se produce una rebelión interna en febrero del 2011.
La segunda, que debemos preguntarnos quiénes son los que están detrás de lo que se ha denominado "la primavera árabe" que ha provocado el derrocamiento de algunos regímenes como el de Egipto, Túnez o Libia. Solamente en Túnez se han celebrado unas elecciones democráticas en el día de ayer con un 90% de participación, y hay que esperar a ver lo que va a hacer el nuevo gobierno. Pero también son los rebeldes los que han linchado a Gadafi. En unos paises donde siempre han vivido bajo regímenes autoritarios en donde las constubres sociales están basadas en la autoridad jerárquica y donde los derechos de las mujeres, simplemente no exiten, es muy dificil que puedan transformarse en unos estados democráticos y de respeto a los derechos humanos.
Y la tercera, en una sociedad que respeta los derechos humanos a los culpables de un crimen se les juzga aplicando las leyes penales siguiendo un procedimiento legal que respete el derecho de defensa y la presunción de inocencia, no se le lincha. Por muchos crímenes atroces que el asesino cometa tiene derecho a un juicio justo y si es declarado culpable encarcelarlo, si es necesario, de por vida; pero no podemos tomarnos la justicia por nuestra mano de forma vengativa. Si así lo hiciéramos nos equipararíamos a ellos.