… tres payasos: Gabi (Madrid, 1920-1995), Fofó (Madrid,
1923-1976) y Miliki (Carmona (Sevilla) 1929-Madrid 2012) que aparecían por las
tardes en la única tele que había cuando yo era niño.
Son mis recuerdos de la hora de la merienda. Los bocatas de
Nocilla (que ahora, a la vejez, no los puedo comer por la maldita alergia a los
frutos secos), “Los payasos de la tele”, “Un globo, dos globos, tres gloobos…”
(así, con entonación incluida) y los dibujos del “conejo de la suerte” y
compañía.
Cuando empezaron los veíamos en blanco y negro. Por el año
76 hicieron un truco de magia que en mi casa nos quedamos tal cual. Pasaron del
blanco y negro al color. Pero como nuestra tele era en blanco y negro no
sabíamos que pasaba. La tele en color la compramos, como era tradicional, para
el Mundial de Argentina 78.
Los payasos de la tele tuvieron éxito porque crearon un
proyecto innovador. Algo que ya existía lo hicieron diferente: llevar el circo
tradicional al formato televisivo. Lo lograron utilizando una carpa de circo
real (no era un decorado) y dividiendo su espectáculo en cuatro partes: La
presentación, introducían el programa con un gag de payasos tradicional donde
Gaby hacía del “payaso listo”, el clown; y Fofó y Miliki de los “payasos
torpes”, el augusto y el contraugusto; un número circense: malabaristas,
trapecistas, domadores; la aventura, la parte más esperada, que era un sketch
de unos 10 minutos de escenas cotidianas en la que solía colaborar el Señor
Chinarro (Santander, 1939); y, por último, la despedida con aquellas canciones
que han conseguido que permanezcan en la memoria, no solo de la generación que
veíamos a los payasos en la tele, sino, también, de la generación siguiente.
Lo de las canciones es el otro gran éxito. Eran pegadizas y
sencillas y las repetían tanto que, cuando las volvían a cantar, los niños que
estaban de público y los que lo veíamos por la tele podíamos acompañarles
porque nos la sabíamos de memoria. Si no, una prueba. ¿Sabríais contestar a
estas preguntas?: ¿Quiénes eran dos tipos requetefinos? ¿Qué comían Susanita y
su ratón? ¿Cuántos pelos tiene mi barba? ¿A qué le daba Ramón? ¿Qué tenía que
traer Pepe? ¿Dónde pone los huevos la gallina turuleca? ¿y, cuántos?. Y, en los
cumpleaños ¿que cantas: “Cumpleaños feliz” o “Feliz en tu día”?. También ha
ayudado que no haya aparecido ningún grupo con canciones infantiles desde
entonces.
Pero, por desgracia, los payasos de la tele son también el
claro ejemplo de lo difícil que es que un negocio familiar pase a las
generaciones futuras. Tras la muerte de Fofó en 1976 se quedaron tres payasos
Gabi, Miliki y Fofito (La Habana, 1949), este último, hijo de Fofó, que formaba
parte del proyecto desde el principio y sustituyó a su padre en el papel que
hacía él, sobre todo en la interpretación de las canciones. En 1977 se incorporó Milikito (La Habana, 1959),
hijo de Miliki, que, según acusaciones familiares, dio lugar a la fragmentación
del grupo tras su salida en 1982 lo que hizo que Miliki dejara también
definitivamente el grupo en 1984.
A, pesar de todo, quiero imaginarme a Miliki llegando al
cielo y, en vez de recibirlo San Pedro, lo reciba Gabi con la frase: “¡Vamos a
recibir con mucho cariño a Miliki!” y Fofó le cogerá de la mano para gritar
juntos: “¿Cómo están ustedes?”