Una tarde de sábado buscando en el videoclub (¿no se debería
llamar ahora deuvedeclub?) una película para ver (o dormir) esa noche. Vueltas
y vueltas a películas americanas (y españolas) que no llaman la más mínima
atención. Cuando vemos “Blancanieves” (Tarsem
Sigh, 2012) con Julia Roberts (Atlanta, EEUU, 1967) y “Blancanieves” (Pablo Berger,
2012), con Maribel Verdú (Madrid, 1970). La primera tenía pinta de pastelero
americano (no la he visto y no puedo confirmarlo) así que cogimos la segunda
por la curiosidad de que era española, muda, y que trasladaba el cuento a la
España andaluza.
¡Fantástica elección!. El riesgo de hacer una película muda,
pero con un ritmo de imágenes más dinámico que la oscarizada “The Artist”
(Michel Hazanavicius, 2011) y un argumento muy original Blancanieves, que se
llama Carmen es hija de un torero que se queda parapléjico tras una cogida, el
cual se casa en segunda nupcias con Encarna que hace que la niña, ya mayor,
huya de casa y la recojan los enanitos toreros. Con grandísimos actores,
empezando por la jovencísima Sofía Oria (Madrid, 2002) que interpreta a la Carmen
niña (Blancanieves) con un desparpajo y una naturalidad increíble para un
debut. Continuando con Macarena García (Madrid, 1988), una de las hijas de los
porteros en “Amar en Tiempos Revueltos”,
que con su expresividad de ojos y su sonrisa (tan importantes en una película
muda) interpreta a Carmen mayor y que con todo merecimiento recibió el Goya a la
Mejor Actriz Revelación. Pasando por Daniel Giménez Cacho (Madrid, 1961) que
interpreta a una figura del toreo, padre de Carmen, que pierde a su mujer y se
vuelve a casar con Encarna (la madrastra), y por esos grandes del cine español
que son Ángela Molina (Madrid, 1955) y Josep Maria Pou (Mollet, Barcelona,
1944) que siempre están fantásticos.
Y terminando, como no, por la madrastra, Maribel Verdú que
recibió el Goya a la Mejor Actriz. Para mí una de las mejores actrices que ha
dado la historia del cine español, que hace de mala malísima y se nota que
disfruta con el papel. La Verdú ha mejorado muchísimo desde que la vimos en “La
Estanquera de Vallecas” (Eloy de la Iglesia, 1981) hasta ahora. Os recomiendo
“La Buena Estrella” (Ricardo Franco, 1997) una magnífica interpretación junto
con Antonio Resines (Torrelavega, 1954) o “Tetro”
(Francis Ford Coppola, 2009). Pero, menos mal que existe la categoría
de Mejor Actriz Revelación porque creo que Macarena García hace una
interpretación digna de un Goya y hubiese sido injusto que lo ganara la Verdú y
no ella.
A pesar de todo lo que se podía haber promocionado esta
película, que se puede catalogar como obra maestra, tras ganar 10 Goyas, se ha
centrado la atención en las declaraciones de Maribel Verdú al recoger el premio
en el que termina acordándose de las personas que están perdiendo sus casas por
no poder pagar la hipoteca. Es cierto que todos tenemos derechos a expresar
nuestra opinión sobre cualquier cosa y a protestar por lo que creemos que es
injusto, pero no era el momento. La ceremonia de los Goya (copia de la
“americanada” de los Oscar) está hecha para promocionar el cine español y de
decir que se pueden hacer grandes películas como esta y que merece la pena
verla. Que todos nos hemos gastado nuestro dinero en que se produzcan (reciben
subvenciones públicas o están producidas por RTVE) y, por tanto, hay que hacer
cosas dignas y buenas. Y, por una vez que se ha hecho, no se habla de las
virtudes de la película, sino de lo que dijo la Verdú. En definitiva, la
madrastra es la que se ha comido la manzana.