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martes, 14 de mayo de 2013

De Tierra Firme a La Conjura de Cortés

¡Qué bonita es la primavera! El calor, los pájaros, las flores, las terrazas, las minifaldas…, los exámenes, las alergias… ¡Qué bonita es la primavera!. ¡Pues sí! Como se empieza a respirar en el ambiente que ya no queda tanto para las vacaciones de verano, quiero ofreceros unas recomendaciones para disfrutar de los meses de buen tiempo, y para comenzar os propongo una actividad que nos ejercita la imaginación y nos puede, incluso, hacer viajar en el tiempo. Y con, tan solo, mover un dedo sobre su superficie. Un libro. Bueno, en realidad son tres porque se trata de una trilogía. Pero ni es de un escritor sueco, ni de una escritora inglesa, sino de alguien más cercano, una escritora española llamada Matilde Asensi (Alicante, 1962). Además no son tochos insufribles de 800 páginas cada uno, que tienes ganas de terminar, sobre todo, porque acabas con la muñeca dislocada por llevarlo de un sitio a otro. Cada libro tiene alrededor de 300 páginas y además sigue la estructura clásica de presentación, nudo y desenlace “desenlace”, es decir, la historia de cada una de las novelas finaliza en ese libro no hay que esperar al siguiente. Ya estoy cansado de esas historias que se entrelazan y que no sabes por donde van, acompañados con “feedback” con lo que terminas con un mareo que “pa qué” para dejarte con un final abierto con el que no sabes cómo ha terminado.

Las novelas, tituladas “Tierra Firme”, “Venganza en Sevilla”, y “La Conjura de Cortés”, se desarrollan en el Caribe a finales del siglo XVI y comienzos del XVII. Ha sido como volver a mi adolescencia cuando leía a Robert L. Stevenson (Edimburgo, 1850 – Samoa, 1894) y su“La Isla del Tesoro” o a Emilio Salgari (Verona, 1862 -  Turín, 1911) y su“Sandokán, el Tigre de Malasia” o “El Corsario Negro”. Eso sí, con una mejora considerable. La historia de la conquista española está descrita desde el punto de vista, no de un escritor extranjero (principalmente inglés) sino de una escritora española muy bien documentada sobre las costumbres y las formas de vida de la época. Y, además, la protagonista no es un hombre sino una mujer.



Cuentan las andanzas de Catalina Solís una joven toledana huérfana y casada por poderes con un desconocido, socio de un tío suyo que vivía en isla Margarita en el Caribe. Durante el viaje que le llevaba a conocer a su esposo es atacado el mercante por unos piratas. En el ataque muere su hermano Martín y, vestida con las ropas de su hermano, Catalina consigue saltar al agua. Sola llega a una isla desierta donde consigue sobrevivir siendo rescatada, pasados unos meses, por un comerciante llamado Esteban Nevares. Este hace pasar a Catalina como su hijo ilegítimo que ha encontrado en uno de sus viajes por lo que, a partir de entonces, Catalina va a ser conocida como Martín Nevares, hijo de Esteban Nevares, tomando como nombre de pila el de su hermano fallecido.


No se trata de una novela de piratas, sino de contrabandistas. ¿Y cuál es la diferencia?. Pues a Catalina, o Martín, se lo explica su padre Esteban de esta manera:

“–El pirata viene y roba –me explicó–. El corsario viene y también roba, pero dice tener un permiso escrito de su soberano para hacerlo. El contrabandista viene y mercadea ilícitamente pero, si se tercia, también roba y, entonces se convierte en pirata o en corsario, si tiene una licencia real. El pirata que puede antes de robar mercadea. Lo mismo hace el corsario. Y el contrabandista, a veces, roba antes para, luego, con lo robado, poder mercadear. ¿Lo has entendido ya?
–Pues, verá, padre… -titubeé.” (“Tierra Firme”. Capítulo III. Página 113. Ed Planeta.2012)

Y hasta aquí puedo contar. Te recomiendo que leas las tres novelas. No te van a defraudar. Y, seguro, que tu Catalina Solís, o Martín Nevares, no será el mismo que el mío. Ni ningún otro personaje. Esa es la magia de los libros.


1 comentario:

Anónimo dijo...

A surcar los mares...!!

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